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¿Cuáles son los riesgos de la Inteligencia Artificial en los negocios?

La base sobre la que se asentará la Inteligencia Artificial, y también lo que supondrá para la humanidad, se está gestando mientras usted lee este artículo.

La inteligencia artificial consiste en software especializado para la resolución de problemas complejos emulando procesos cognitivos de nivel alto, como el análisis del lenguaje natural y el reconocimiento de patrones. Es decir, consiste en crear máquinas con capacidades semejantes al cerebro humano. En concreto, una serie de tecnologías que emulan las características o capacidades de la inteligencia humana, como aprender y resolver problemas, de manera autónoma.

Con esta definición queda claro que el alcance de la IA es infinito. En la actualidad, los expertos en inteligencia artificial (IA) de distintos lugares del mundo estamos todos los días bajo un mismo reto: analizar e indexar de qué forma ésta es beneficiosa para el ser humano

Perspectivas de los riesgos de la IA

El futurista alemán Gerd Leonhard, autor de un libro cuyo título no deja lugar a dudas: La tecnología contra la humanidad, el choque entre el hombre y la máquina, Sostiene: «Hoy es el momento en que construimos nuestro futuro y este hoy es el mayor reto al que se ha enfrentado el género humano hasta el momento, la posibilidad de una especie de superhombre que se convierte en Dios no tiene precedentes».

Leonhard se sitúa en el lado de la trinchera que defiende que la relación que tenemos con la tecnología debe, por lo menos, pensarse. Pero no es un alarmista. «Creo que a veces reaccionamos de forma exagerada ante los posibles peligros, y no podemos adentrarnos en el futuro con miedo. Debemos ser cautos, pero abiertos al progreso», argumenta. Pero es él también quien afirma que «el exponencial desarrollo tecnológico, y su tremendo potencial, es una oportunidad que trae consigo nuevas y tremendas responsabilidades», él quien sostiene que «la avalancha de cambios tecnológicos puede reformar la esencia de la humanidad y también todo aspecto de nuestro planeta», él quien cree que «la tecnología no es lo que buscamos sino cómo lo buscamos». (YANKE, s.f.)

Pero este no es el enfoque que queremos darle a esta lectura. Sin embargo, es importante mencionar cómo se ve desde todos los ángulos para poder reforzar nuestra perspectiva.

Es importante conocer diversas perspectivas para entender bien los riesgos de la IA

Los efectos de la Inteligencia Artificial en el Empleo

Se ha discutido y especulado bastante sobre los efectos que el creciente campo de la IA tendrá en el ámbito del empleo. Algunas voces están preocupadas por el prospecto de que la inteligencia artificial reemplace sus trabajos, mientras que otras señalan que, en realidad, la inteligencia artificial generará nuevas oportunidades laborales y mayor cantidad de empleo.

La verdad es que ambos bandos tienen algo de razón, y es importante prestar atención a los posibles riesgos de la inteligencia artificial en el empleo. Sin embargo, nosotros estamos decididamente en el campo que apuesta por el potencial innovador de la IA y permanecemos entusiastas.

La cuestión es la siguiente: como menciona Klaus Schwab en su libro la cuarta revolución industrial, toda tecnología ejerce dos efectos sobre el empleo. El primero es un efecto destructivo o disruptivo, producto de la automatización. El segundo, sin embargo, es un efecto capitalizador en el que la demanda por bienes crea nuevas ocupaciones, negocios y hasta industrias.

Por ello, la clave consiste en saber afrontar el cambio y capitalizar en las oportunidades que esta tecnología presenta.  Esto va a requerir de esfuerzos planificadores por parte de empresas, y de inversión en la capacitación de la fuerza laboral para que adquieran las habilidades necesarias para el nuevo panorama. De esta manera se reducirá el riesgo de causar desempleo y se elevará el impacto positivo en las industrias.

La clave para evitar los riesgos es adaptarnos al cambio

Implementación responsable de la Inteligencia artificial en la empresa

La inteligencia artificial en los negocios, que es a lo que nos dedicamos, busca el aumento del rendimiento de los trabajadores y de la capacidad productiva que permita maximizar su rentabilidad. Enseñar a las máquinas a encargarse de los procesos rutinarios servirá para que los trabajadores puedan aprovechar mejor su tiempo. Existen varios riesgos que podemos enunciar:

  1. La calidad de la data que se procesa. Esto parte de un principio básico de balance de masa: Salida = Entrada (es decir que, si la calidad de la data es mala, la salida será deficiente. Esto es un hecho). Esto cobra relevancia cuando partimos del principio que los algoritmos de machine learning procesan millones de datos, y a pesar de que se hace un proceso de limpieza donde se eliminan las redundancias, los campos vacíos, entre otros elementos, si la información no es relevante, es probable que no se obtengan resultados adecuados o determinantes para el negocio.
  2. La usabilidad y expectativas de los usuarios finales.  Si los usuarios finales sienten amenaza de que el resultado del trabajo de la IA podría reemplazarlos, o de alguna manera hacerlos menos útiles, es muy probable que no lo usen o lo saboteen. Ambos casos son super peligrosos, poniendo en extinción herramientas que pueden ser muy beneficiosas para las empresas que decidan emplearlos.
  3. Las máquinas pueden no ser tan eficientes como los humanos para alterar sus respuestas dependiendo de las situaciones cambiantes. Al basar su aprendizaje y comportamiento en datos informáticos sus respuestas pueden no adaptarse a las necesidades reales. Esto ha sido relevante y se han escrito muchos artículos en COVID para resaltar este particular. Sin embargo, en nuestra experiencia, los algoritmos han reaccionado de forma bastante más positiva de lo que se hubiese esperado antes de la pandemia. Lo que sí es claro es que si esto fuera tan certero como para no equivocarse en ambientes tan dramáticamente cambiantes, tendríamos todo asegurado. Como cualquier situación cambiante, la IA debe aprender y adaptarse. 
  4. El diseño y aplicación recae sobre la responsabilidad humana. Por lo tanto, de nosotros depende utilizarlas de la forma más beneficiosa y nunca de forma egoísta o malvada.

Estos riesgos dejan claro la necesidad de las empresas dedicadas a este rubro y los profesionales formados en ciencia de datos en las posibilidades y responsabilidades del uso Inteligencia Artificial. Para lograrlo, todos los involucrados en el proceso de gestación e implementación de productos de IA debemos emplear, gestionar, diseñar y tomar decisiones de las herramientas de IA desde una perspectiva amplia, considerando los aspectos éticos, y legales y las implicaciones económicas y sociales de la automatización de los procesos en los negocios.

Anticipándonos al cambio

Como hemos mencionado, la inteligencia artificial es una tecnología prometedora para la resolución de problemas en los negocios e industrias. Sin embargo, mitigar los riesgos para capitalizar en los beneficios requiere de un esfuerzo constante y una actitud abierta.

Si bien somos optimistas, es importante reconocer que los riesgos existen. La manera de afrontarlos es adaptandonos y hasta anticipándonos al cambio. 

Desde Voxiva, tenemos años de experiencia ayudando a empresas nacionales e internacionales (¡en 19 países!) a adoptar soluciones de Inteligencia Artificial para sus negocios. ¡Escribanos para enterarse cómo podemos ayudarle a usted también!

References

YANKE, R. (n.d.). LA TECNOLOGÍA NO TIENE ÉTICA, PERO LA HUMANIDAD DEPENDE DE ELLA. Retrieved from EL MUNDO: REBECA YANKE

Schwab, K. (2016). The Fourth Industrial Revolution. Switzerland: World Economic Forum.

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